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Despojos


Ya el mundo ha oscurecido

La luz se ha perdido

El sueño torno pesadilla

Hablan de un dios oprimido


En comunión con mis demonios

Los ángeles usurparon el trono

Entre hombres y mujeres ya olvidaron estos nombres

La tierra yerma yerra el frío de un Diciembre eterno.


No hay cielo, ni infierno 

Estamentos de un pasado ya en ceniza


El mundo está fuera.

Cierra tus ojos.

Abre tu alma.

Siente la inmensidad de la nada, 

ocupándolo todo


Ya llegó la destrucción 

Ya solo quedan…

Despojos

Víspera


Placebo son tus manos
arrastrándome hacia tu voz.
"Solo un beso" - dijo
para entonces,
fuiste un vórtice
hacia el caos.

Nada queda de aquello,
todo persiste estático
en este girar continuo.

Jamás

Volver a empezar
en el nunca que siempre deseamos
para ejecutar la orden
pretendida
para entonces... ya nunca.

Salir en tu dónde,
caer precipitado
hasta retornar a tu escondite.

El reflejo de tu luz
transcribe tus matices.

Vida de una flor


Por la verde ronda de hojas ya se asoma
Con temor infantil, y apenas mirar osa;
Siente las ondas de luz que la cobijan,
Y el azul incomprensible del cielo y del verano.
Luz, viento y mariposas la cortejan; abre,
Con la primera sonrisa, su ansioso corazón
Hacia la vida, y aprende a entregarse,
Como todo ser joven, a los sueños.

Mas ahora ríe toda, arden sus colores
Y en su cáliz asoma ya el dorado polen;
Aprende a sentir el calor del mediodía
Y, agotada, se inclina al lecho de hojas por la tarde.

Labios de mujer madura con sus bordes,
Donde las líneas tiemblan por la edad ya presentida.
Cálida florece al fin su risa, en cuyo fondo
Amarga caducidad y hastío anidan.

Pero ya se ajan y reducen los pétalos,
Ya cuelgan pesadamente sobre las semillas.
Palidecen los colores como espectros: el gran
Secreto envuelve ya a la moribunda.
                                                                < Herman Hesse  >                                        


Abbacchio

Me enamoré de tus ojos
por arrancarme de mi cuerpo
arrastrado por un vórtice voy
hasta el hueco de tu pupila.

Me enamoré de tu celo
por desengranar mis cerrojos
amedrentado en tu saliva
en la voz de tus labios estoy.

¿Qué es Amor? Sino la mentira
deseo impuntual del hoy
noche gris a la que me arrojo
perpiñado en la seda de tu pelo.

Palabras, es lo que doy
plegada en su propia vida.
Llegar a posarme en tu figura anhelo
combatiendo al tiempo y a sus abrojos.